lunes, 20 de enero de 2020

NIÑOS Y PANTALLAS

Las pantallas engloban hoy en día multitud de dispositivos: televisiones, móviles, tablets, ordenadores y videoconsolas.
Los niños de hoy están siendo sobre estimulados con estos dispositivos, privándoles de una relación de calidad tanto con sus iguales como con los adultos. Esto deriva en ocasiones a problemas de atención, retraso en el desarrollo del lenguaje, en el desarrollo motor, alteraciones del hábito del sueño, dificultades para las relaciones sociales, miedo a la interacción, etc.
Nuestro cerebro está diseñado para desarrollarse durante los primeros años de vida, a través de la exploración del entorno y la interacción social. Por ello debemos ofrecer a los más pequeños experiencias de calidad, mostrándonos disponibles y ofreciéndoles un juego más creativo, que incite al descubrimiento personal, a la adquisición de la autonomía, a la resolución de conflictos, a reconocer las posibilidades que ofrece su cuerpo, etc. Además de crear un ambiente seguro que le permita comunicarse y expresarse con la sociedad más cercana.
La academia Americana de Pediatría nos aporta una serie de recomendaciones sobre este tema dada la importancia que tienen la actualidad.  Nos ayuda a crear un plan de uso responsable de las pantallas para las familias y promueve hábitos de vida saludable desde la primera infancia. Se incentiva la actividad física, la alimentación saludable, el sueño adecuado para su edad, la higiene personal, y se fomenta la experimentación con objetos cotidianos y la interacción con otros niños, así como la relación de calidad con los miembros de la familia.

Durante los dos primeros años de vida, sería conveniente evitar el uso de las nuevas tecnologías, dándole mayor importancia al movimiento libre del niño y a su propia capacidad de experimentar y aprender a través de sus vivencias y teniendo un apego seguro. Pasados estos dos años podría usar algún dispositivo como máximo de una hora diaria y siempre con la supervisión del adulto.

Como padres podríamos ofrecerles esa hora siendo de calidad para fomentar el desarrollo en alguno de los diferentes ámbitos de experiencia, ya que este medio les resulta muy atractivo y podría favorecer su aprendizaje. Por ello tendría que meditarse que contenido queremos que vean y que finalidad tiene, no sólo el de entretenimiento. Podríamos buscar otras alternativas y evitar ciertos momentos:
  • Encontrar otras actividades de movimiento o que impliquen mayor concentración buscando siempre que sean atractivas. 
  • No usar las pantallas 1 hora antes de dormir ni en los momentos de alimentación. 
  • Dedicar un tiempo dedicado a la familia, donde ningún miembro use ningún dispositivo. 
  • No usar mientras se realizan actividades escolares, en la escuela, en el coche y en la silla de paseo.
La familia puede reflexionar sobre el uso de las tecnologías dentro de su hogar y buscar una alternativa a este medio, creando una mejor relación entre sus miembros y viendo las ventajas de emplear el tiempo en otros quehaceres. Por ejemplo:
  • Incrementar la actividad física y el ocio al aire libre a través del tiempo en familia. 
  • Conocer los riesgos del uso de las pantallas. 
  • Introducción de la tecnología de forma acorde a la edad y con un control parental exhaustivo. 
  • Ser un ejemplo en el uso y tiempo que son utilizadas estas tecnologías. 
  • Inculcar buenos hábitos desde pequeños. La gestión que realicemos con ellos nos ayudará a crear unas normas básicas de uso y unas herramientas que les serán de gran utilidad para su educación y desarrollo como personas.
Tomando en cuenta estas ideas, no tendremos que ver las consecuencias que tiene el uso excesivo de las tecnologías. Buscando una relación de calidad y una amplia oferta de actividades atractivas para su juego, evitaremos:
  • La obesidad, sedentarismo y consumo: el uso de estos dispositivos aumenta el riesgo de padecer sobrepeso, incrementando un 30% la probabilidad de obesidad en niños que utilizan televisión, móvil o Tablet. 
  • Miopía: El uso de pantallas incrementa el riesgo de desarrollar la miopía, por eso los especialistas recomiendan aumentar el tiempo al aire libre. 
  • Trastornos del sueño: Los niños/as se sobre estimulan debido a las pantallas y les afecta en la calidad del sueño, tan necesario para su crecimiento. Se asocia el uso de dispositivos multimedia antes de la hora de dormir con una cantidad y calidad del sueño inadecuadas y somnolencia diurna. 
  • Salud mental: un menor tiempo con pantallas implica un menor riesgo de depresión, ansiedad, baja autoestima… Mayor tiempo con pantallas se correlaciona con mala salud mental en adolescentes: insatisfacción, adicción, conductas inapropiadas… 
  • Habilidades cognitivas y emocionales: El uso de estas tecnologías se asocia con retrasos del lenguaje expresivo, disminución en el hábito de lectura, retraso de atención y razonamiento, problemas de conducta y comportamiento, y disminución del rendimiento académico.

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