viernes, 26 de junio de 2020

EL LOBO

El juego del lobo y la importancia que tiene jugarlo con placer

El juego del lobo es un juego infantil típico que empieza a aparecer entre los 2-3 años y se va desarrollando según son más mayores.

Este juego tiene importancia por varios motivos:
  • Está relacionado con la oralidad (la tensión que produce la dentición, alimentación, morder-besar…) donde los niños y niñas se encuentran de forma muy intensa con juegos de fantasía y emoción.
  • Tiene función reaseguradora (mecanismo para imaginar al otro en su ausencia y así revivir aspectos placenteros) hace que los niños y niñas vayan descubriendo e incorporando recursos que les van a permitir reasegurarse por medio del juego.
  • Son juegos con gran ambivalencia: Nos hablan de la necesidad del niño de acercarse y alejarse del adulto (quiero ser yo sin ti, pero te quiero o necesito, te quiero cerca y después te quiero lejos, te alejo y te acerco, etc.) lo que nos habla de la historia de relación del niño/a que tenemos delante.

Es en la sala de psicomotricidad donde primeramente vemos que aparecen estos juegos, los niños y niñas que se esconden, hacen refugios o corren escapando de algo o alguien por la sala para que no les pillen siempre acompañado de risas, carcajadas o gritos. Si el juego ha evolucionado correctamente unos hacen de lobo (poniendo las manos como garras, enseñando los dientes y aullando) y otros son perseguidos (corren por la sala y probablemente busquen refugios, si lo consiguen ya pueden retar al lobo porque están seguros).


Ser atrapado sin serlo realmente es lo que hace disfrutar al niño y la niña. Además, adquieren confianza en sí mismos, si son atrapados consiguen escapar del lobo alardeando de su triunfo. Hay muchísima emoción, placer y al mismo tiempo también hay miedo.      


Otros, aún no están preparados para disfrutar de este juego, por lo que es muy importante acompañar ese momento no tan placentero dándole tranquilidad y seguridad. Su miedo es real y puede paralizarlo si todavía no tienen recursos de simbolización suficientes y no viven ese miedo con placer, por lo que como adultos debemos poner palabras a su emoción para hacerles sentir seguros y que puedan superarlo. Podríamos describir la figura temida (lobo) o hacerles algunas preguntas relacionadas con cómo es para que sean capaces de representarlo en sus cabezas y por tanto así atenuar su miedo.


Desde la sala de psicomotricidad podremos acompañar este juego para que evolucione, proporcionándoles espacios y materiales seguros para que puedan vivirlo y superarlo. Cuando este juego evoluciona con placer nos indica la maduración psicológica de los/as niños/as.



Es importante comprender que jugar a identificarse con el objeto temido es una parte importante del desarrollo de los niños y niñas, sin perder de vista la expresividad motriz de cada uno para ajustarnos a su necesidad individual. Estos juegos les permiten entender sus miedos representados a través de malvados de cuentos (lobos, brujas, ogros, cocodrilo) por lo que es fundamental que el protagonista acabe venciendo al villano, ya que si acaba con “el miedo” no volverá.


      

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