¡Una propuesta para los más animados! La masa pegajosa y viscosa que triunfa hace ya décadas. Nos encanta su textura, elasticidad y ese cambio de temperatura que se hace patente cuanto más se manipula.
Hoy os mostramos cómo hacerlo, ¡es muy sencillo!OBJETIVOS:
- Estimular la creatividad e imaginación.
- Desarrollar el sentido táctil.
- Fomentar la coordinación óculo-manual y la motricidad fina.
- Favorecer la relajación al sentir la textura del slime en sus manos.
- Aumentar el nivel de concentración.
INGREDIENTES:
- 2 cucharadas de almidón de maíz.
- 1´5 cucharadas de jabón para platos.
- Colorantes alimentarios (opcional).
PREPARACIÓN:
Tan solo debemos mezclar los dos
ingredientes: primero con una cuchara y luego con las manos, hasta que tomen la
consistencia deseada. Podéis aumentar las cantidades para hacer más slime. Hay
que tener en cuenta que las proporciones pueden variar, si os queda muy duro
agregáis un poquito más de jabón, si queda muy
blando más almidón.
Si agregáis colorantes para darle color,
usad guantes para amasar al inicio hasta que el
colorante esté integrado con la masa.
Es una masa que se pone algo dura si la dejamos reposar,
pero se ablanda enseguida cuando se vuelve a manipular. Cuanto más se amasa,
más blanda y pegajosa se pone.
DESARROLLO DE LA PROPUESTA:
Presentamos
el Slime encima de una mesa a su altura sin las sillas alrededor para que el
niño y la niña pueda manipularlo libremente dejando paso a su imaginación.
Ellos mismos experimentarán a través del tacto sintiendo tanto la textura como
la temperatura.
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